Categoría: Mercado Inmobiliario , 24 Abril, 2025

¿Conviene comprar o alquilar? Una mirada financiera y vital

¿Conviene comprar o alquilar? Una mirada financiera y vital

La decisión de alquilar o comprar una propiedad es mucho más que una decisión financiera: es una decisión de vida. Ambas opciones tienen ventajas y desventajas que vale la pena analizar en profundidad antes de tomar la decisión final.

Alquilar: flexibilidad y menor compromiso

Una de las principales ventajas del alquiler es la flexibilidad. Si por motivos laborales, personales o familiares prevés cambios en el corto o mediano plazo, alquilar permite adaptarte sin incurrir en grandes costos. Además, los inquilinos no asumen gastos de mantenimiento ni reparaciones importantes, lo que reduce el compromiso financiero. Por último, alquilar da acceso a una amplia oferta en diferentes ubicaciones, algo que puede ser más limitado al momento de comprar.

Comprar: patrimonio, estabilidad y control

Comprar una propiedad permite construir patrimonio. A medida que se amortiza el préstamo hipotecario, crece el valor neto de la inversión. Además, ser propietario ofrece estabilidad residencial y la posibilidad de personalizar el hogar a gusto, agregando valor a largo plazo. Sin embargo, estos beneficios solo se concretan si se mantiene la propiedad por varios años.

Costos de comprar: un punto crítico

Adquirir una vivienda implica costos de transacción elevados:
Impuestos como el ITP (2 % del valor catastral) y en caso de venta con ganancia, el IRPF (12 %).
Comisiones de inmobiliarios y escribanos (aproximadamente 3 % + IVA cada uno).
Tiempo invertido en la búsqueda y comparación de propiedades.
Un ejemplo práctico: si compro y vendo al mismo precio, solo por impuestos y comisiones puedo perder más del 12% del capital. Esta pérdida se vuelve significativa si planeo que se venda en pocos años.

La rentabilidad mejora con el tiempo.

La inversión en vivienda se vuelve más rentable cuanto más tiempo se mantiene el inmueble. Esto se debe a que los costos de transacción se “licúan” en el largo plazo. Comprar para vender en menos de tres años, por el contrario, suele generar pérdidas.

¿Qué hacer con los fondos disponibles?

La decisión también depende de qué otra cosa puedo hacer con el dinero. Si no tengo alternativas de inversión atractivas, comprar puede ser razonable. Pero si puedo invertir en un emprendimiento u otro activo que rinda más del 5% real anual —la tasa promedio del sector inmobiliario uruguayo, alquilar y destinar el capital a esa opción puede ser más conveniente.

¿Y si es con préstamo bancario?

En ese caso, conviene analizar si el préstamo genera o destruye valor. Si el banco cobra una tasa más alta que la rentabilidad esperada del inmueble, endeudarse en exceso puede implicar pérdidas. Cuanto mayor sea la tasa del préstamo, menor debería ser el capital solicitado.

Conclusión

Antes de decidir, hay que preguntarse dos cosas:
1. ¿Por cuánto tiempo necesito esa vivienda?
2. ¿Cuál es la mejor alternativa para mi capital disponible?
Si el horizonte es corto o incierto, el alquiler es una opción más segura y flexible; si es largo y tengo pocas alternativas de inversión, la compra puede consolidar estabilidad y patrimonio. En definitiva, no hay una única respuesta correcta: depende del momento vital y financiero de cada persona.

Autora: 
Michelle Fleitas

Coordinadora académica de Operador Inmobiliario de ORT

¡Compartí con tus amigos!
¿Qué te pareció esta noticia?